En ciertas ocasiones te sorprendes cuando te sirven un carajillo, en esta ocisión fue muy positivamente, estuvimos comiento en el Bar Moltto de Valencia, y por costumbre pedimos un carajillo, esperando a saborearlo.
Estaba muy bueno.
No recuerdo el nombre de la dependienta que lo hizo, pero si recuerdo que le pedí a la camarera que nos los sirvió que la llamase y la fecilité.
Me dijo que era rumana y habia estado bastantes años en un bar en Castellón, y allí aprendió ha hacerlos.
Encima nos comimos unos bocadillos que estaban muy buenos, para mí fue una elección sorprendente el haber ido a dicho lugar.
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