

Hemos pedido para probarlo el carajillo y su propietario José Maria, nos lo sirvió con gran esmero.
Con referencia a dicho carajillo podemos comentar

Estaba suave, un poco dulzón ya que lo han hecho con un toque de miel.
La tacita era de cerámica, aprovechando el envase de los helados.
Para aquellos que les gusta con dichos maticez, estupendo.
Una variedad más que hay que probar.
Es aconsejable dejar el coche aparcado delante de la iglesia y caminar un poquito.
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